sábado, 17 de enero de 2009

menos es más. bucarest, julio 2004


Cuando conocí Bucarest era una ciudad destartalada en donde se mezclaban mastodónticos bloques de hormigón soviético con increíbles piezas de arquitectura racionalista y viejos palacetes de cuando a finales del XIX era conocida como la París del este. Hoy estos viejos caserones los ocupan modernas agencias de publicidad o rancias embajadas.

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