Santa Claus is coming to town

bola, el gato hermafrodita

bola creció creyéndose hembra. al menos eso creíamos todos y por eso fue bautizada como bola. por eso y por su aspecto de bola esponjosa con esa impresionante mata de pelo blanco jaspeado, propia de los de su raza, los persas chinchilla. un día nos dio la sorpresa de su masculinidad. resulta que lo que en una radiografía parecían sendos tumores acabaron siendo sus testículos que en un alarde de timidez nunca quisieron salir al exterior. eso sumado a la existencia de un micro pene camuflado entre la mencionada espesa mata de pelo nos llevó a todos a confundir su sexo. finalmente bola resultó ser un macho, ahora sin testículos ni dentro ni fuera y con un micro pene, pero un señor macho, eso sí, con nombre de chica juguetona y curiosa, como es él. o ella.

esfuerzo

muchas veces pienso en el esfuerzo que alguien puso al diseñar algo y luego en producirlo. las horas que alguien pasó colocando los escalones y la barandilla de una escalera que luego la gente sube y baja sin reparar en esos detalles que a alguien seguro que le dieron algún quebradero de cabeza. tiempo y esfuerzo dedicado para que todo encaje y otros puedan disfrutarlo sin apreciarlo. para que el mal uso o el simple abandono conviertan todo ese tiempo en desconchones y grietas. y aún así, pienso que todo ese esfuerzo, todo ese tiempo, fue bien empleado y que la suma de todos esos pequeños (o grandes) esfuerzos, es necesaria para que las cosas funcionen aunque nadie sepa apreciarlo y aunque muchos permitan su deterioro.

con los cinco sentidos

en la medida de lo posible, la ingesta de alimentos debe de ser placentera para los cinco sentidos y no sólo para el gusto y el olfato. La cuestión del tacto resulta quizá un poco complicada, así como la del oído, así que la imposibilidad de hacer que esos dos sentidos intervengan en esos momentos, hace aun más importante que la vista reciba un regalo a la altura de las circunstancias. que los colores y texturas de los alimentos estén bien escogidos y compensados es sólo parte del ritual. Cuando los complementos juegan en esa misma dirección, el trabajo estará casi completo. Ya sólo queda que huela y sepa tan bien como luce.

telefonillo

en realidad es un portero automático, pero en mi familia siempre se le ha llamado telefonillo. hay gente que lo utiliza como tal, como un medio de comunicación para conversaciones informales o de urgencia. un teléfono para conversacioncillas, un telefonillo. 

¡cuántas veces habrá abierto este telefonillo la puerta a la alegría, a la desgracia, a la sorpresa, a la felicidad o a la desilución!

el hospital de plantas

mi madre tiene un hospital de plantas. en la cocina de casa, al calor de sus guisos y con la inmensa luz de la ventana translúcida, consigue revivir orquídeas moribundas o que la flor de pascua siga en pleno esplendor doce meses al año haciendo que el mes de agosto tenga una pizca de navidad.

la luz de amalfi

estos momentos de luz en amalfi compensan con creces el enorme cansancio de estar continuamente trepando por las empinadas escaleras que recorren sus callejuelas

un señor que se va de viaje

en una cornisa del falso techo del salón de mi casa está este señor que se acerca a un viejo trabant alemán para emprender un largo viaje con su enorme maleta

aloe (prima) vera

una mañana de sábado, el aperitivo en el jardín de unos amigos, un aloe vera y una salamandra que busca el calor de sol de los primeros días de primavera.

feriante en la ciudad

en el corazón de madrid hay al menos un par de feriantes que hace años se quedaron varados con sus atracciones y sus destartaladas caravanas como las ballenas que inexplicablemente un día amanecen en las playas. este tiovivo encalló en las inmediaciones del parque de berlín y aun no ha sido capaz de continuar su ruta nómada.